lunes, 13 de abril de 2020

El Comportamiento de las Personas durante la Pandemia Covid 19


Indudablemente estamos viviendo en tiempos complicados y difíciles (casi apocalípticos para algunos), por ser atacados por un enemigo invisible el cual es un virus, llamado Covid 19 (anteriormente conocido como Corona Virus), el cual se encarga de provocar una serie de malestares físicos como problemas respiratorios, conjuntivitis etc. Pero este virus mas allá de cuales sean los síntomas que provoquen en nuestro cuerpo, el lugar donde se halla originado el brote de propagación o el tratar de explicarnos porqué la OMS y los gobiernos no hicieron nada para cerrar fronteras cuando surgió esta peste en China, Pero debemos apreciar que en estos tiempos se está generando otras sintomatologías que no son curables con una pastilla, o de ayuda medico/biológica sino que se están gestando afecciones del tipo psíquico.

Yo en lo particular he notado y visto que en muchas cuentas de Facebook, pertenecientes a colegas psicólogos como psiquiatras, están realizando una serie de publicaciones con afirmaciones de que esta cuarentena va a traer o está trayendo la aparición de una serie de problemas mentales, como depresión, ansiedad a niveles neuróticos y psicóticos en la población. En lo personal yo dudo estas afecciones mentales aparezcan por esta crisis. Me explicó, la depresión, la angustia, el estrés y la ansiedad como tal, son enfermedades o malestares psíquicos y neuróticos que todos los seres humanos sufrimos alguna vez en nuestra vida. De hecho Sigmund Freud en su obra “Introducción al Psicoanálisis”, nos indica que todos somos neuróticos, con la siguiente afirmación: “Si nos colocamos en un punto de vista teórico y hacemos abstracción de tales magnitudes, podremos decir que todos somos neuróticos, puesto que todos, hasta los más normales, llevamos en nosotros las condiciones de la formación de síntomas”. Esto que menciona Freud ha terminado por ser una realidad por la cuarentena del Covid 19, pues muchas personas ya han mostrado y revelado rasgos de estar perdiendo la cordura, por lo que estos individuos entran en cuadros de desesperación e incluso he leído del suicidio de una joven que no aguanto el aumento de la cuarentena en Perú. Y ojo muchas de estas personas habían mostrado comportamientos “normales” o “estables” emocionalmente visibles previo a la pandemia.

Si bien todos alguna vez padeceremos enfermedades psíquicas del tipo neurótico (pues nadie es perfecto), estás afecciones ante situaciones de estrés, emergen desde lo profundo de nuestra mente, como menciona el Psicoanálisis aparecen por causa y efecto (estimulo y respuesta desde el criterio conductista), esto se debe a que mayormente nuestro cerebro produce la segregación y a la vez la reducción de algunos neurotransmisores, como la serotonina y la adrenalina, que con su aumento o reducción en el sistema nervioso van a determinar el cómo vamos a comportarnos ante diversas situaciones. Pero el comportamiento y la aparición de diversas patologías psíquicas no solo se debe a factores corporales producto de los neurotransmisores que como ya se ha dicho son producidos por nuestro cerebro (ya que esto es una visión bastante monista y reduccionista). 

Muchas de estas afecciones mentales se deben al tipo de sociedad en que nos manejamos. Carl Gustav Jung, en el libro: “Acerca de la Psicología de la Religión Occidental y de la Religión Oriental”, en el trabajo de: “Comentario Psicológico al Libro Tibetano de la Gran Liberación”, nos explica que la sociedad Oriental es una sociedad introvertida, mientras que la occidental (la cual somos parte) es una sociedad extrovertida. Si nos ponemos a analizar la sociedad occidental es una sociedad que no puede mantenerse “quieta”, es una sociedad que necesita salir para festejar, es decir la sociedad occidental necesita “gritar su entusiasmo” a los 4 vientos, mientras que la sociedad oriental se ha caracterizado por promover tradiciones espirituales con una filosofía metafísica que busca que el sujeto se halle en un estado de interiorización, como son las tradiciones del yoga, el budismo (con su meditación) y el taoísmo. El introvertido por su misma situación de ser una persona con un comportamiento estereotipado es un sujeto callado, flemático y para nada histriónico como su contraparte el extrovertido, razón que por eso se ve que hay personas introvertidas que han tomado esta cuarentena para dedicarse a la práctica del yoga, meditar, la oración, el leer e incluso hacer manualidades como actividades pendientes en casa y que el trabajo cotidiano les impedía. 

Esto nos lleva a la reflexión que ante una situación como la cuarentena el extrovertido nunca lo va a tomar como algo que se debe acatar por responsabilidad, sino que va a ver una situación como la que estamos pasando como si este fuese un castigo. En Latinoamérica, la mayoría de personas son del tipo extrovertido, fuera de que algunos sujetos han carecido de un perfecto aprendizaje para tener un buen nivel cultural (algunos por problemas económicos y otros porque no han deseado siendo personas provenientes de familias pudientes o económicamente estables) que les haga entrar en razón para respetar la salud de los demás, sumando a que muchos han carecido de una buena infancia (la cual ha sido rica en castigos y prohibiciones), lo que conlleva a que el sujeto no afronte el experimentar una situación donde se le indica el “no salir de su casa” por una pandemia. Por lo que el sujeto entra en un estado de regresión, el cual está sujeto a un “infantilismo” que intenta inconscientemente a proteger su “yo”, pues piensan están siendo castigados como si fuesen niños, por lo que se “rebelan” ya que ven al aislamiento como si se tratase de un castigo. Este infantilismo va sujeto a una carga de egoísmo propia de un narcisismo (el cual protege el “yo” del sujeto) para generar una protección ante un “falso castigo”, que en realidad es el aislamiento que busca el bien del sujeto y la sociedad. Pero el infantilismo producto de esta regresión ve a la orden dictada del estado como si fuese el llamado de atención de un padre represor y con más razón el sujeto no hace caso. 

La Angustia (la cual es muy estudiada en el Psicoanálisis), es producida por el miedo (mayormente a lo desconocido y es que esta enfermedad es nueva y por ende es extraña para nosotros), esta va a llevar a la desesperación, es por eso que la angustia se hace presente en esta cuarentena, y muchos sujetos optan por rebelarse al salir de casa desacatando las normas dadas ya que algunos sujetos toman a la cuarentena como un "castigo", aparte como extrovertidos se sofocan de estar encerrados, y por eso salen a las calles como una muestra de rebeldía infantil, por motivo de pensar que van a pasar ante una situación que les va a llevar a volver a experimentar de nuevo la castración (el castigo) que alguna vez padecieron y que fue aplicado por un padre severo en su infancia por haber cometido alguna mala conducta o travesura, surgiendo de vuelta el miedo de la angustia.Estos sujetos ya adultos al salir a las calles habiéndose declarado el toque de queda, son detenidos por la policía o las fuerzas armadas, cuando son detenidos muchos de ellos han ofrecido resistencia e incluso se han mostrado violentos con las fuerzas del orden, esto se debe a que el sujeto, entra en una etapa psicótica, pues al ser detenido proyecta en el policía o militar a la figura paterna represora, por lo que al atacar al policía piensan inconscientemente que están atacan al padre represor simbólico y a la vez imaginario que va a implantar el castigo. Esta rebeldía psicótica se da, porque el sujeto o los sujetos forcluyen la figura del padre, a través de sus propias pulsiones tanaticas, para liberarse en el momento del castigo y por eso al ser detenidos por la policía o el militar actúan con brutal violencia sin medir las consecuencias, pues el psicótico no mide ni se da cuenta de sus acciones. 

Pero si nos situamos ante todo lo dicho, las situaciones neuróticas y la psicóticas han estado presente en la vida del sujeto o de los sujetos, solo que estas vieron la ocasión de poder manifestarse, así como cuando un oso se despierta luego de haber invernado, si alguien se deprime o siente ansiedad ante esta cuarentena, habría que analizar si anteriormente llevo una infancia normal o pesada, pero que con el avance del tiempo la dolencia psíquica se durmió para luego por causa y efecto lograr manifestarse.  

En la televisión peruana, he notado que nuestra sociedad se ha visto afectada por esta pandemia, he podido observar una serie de comportamientos en la sociedad peruana, así como en algunos lugares del mundo (gracias a los Mass Media) con respecto al cómo estamos tomando esta cuarentena. En Perú hay dos grupos de personas que han reaccionado a esta situación, están los que se quedan en casa y los que no acatan las ordenes de mantenerse en casa, los que no acatan es por dos cuestiones, son extrovertidos con una inmadurez de tipo infantil (producto de la regresión como mecanismo de defensa de su yo), los que les surge un egoísmo narcisista (ligado también a un infantilismo) y los que acatan las ordenes de estar en casa, estos puede ser los introvertidos o personas extrovertidas que toman conciencia, y tienen un nivel cultural como una sensibilidad social de tipo patriótico .

Justamente el patriotismo (en Perú, que es una sociedad occidental) se ha hecho presente en el sujeto local extrovertido, a comienzos de esta pandemia muchas personas salían a los balcones de los edificios a celebrar y aplaudir a los policías que salían a patrullar las calles, pensando que esta cuarentena cuanto mucho iba a durar unos días, pero en realidad esto es una reacción psíquica que tiene el extrovertido de manifestar su impaciencia de no aguantar más de 2 días en casa. En realidad no es que aplauda al policía por su loable  y admirable labor, sino que el sujeto extrovertido manifesta su impotencia de no salir a la calle y proyecta en el policía su imagen de que este si puede salir. No obstante ha habido casos de sujetos que se han mantenido en sus departamentos e insultan a los policías, con comentarios racistas, y atención quizás estos individuos en público no se mostraban racistas pero en situaciones de estrés el sujeto revela su verdadero rostro y no solo estrés, sino que hasta en temas de amor una persona revela su verdadero ser. Pero en tiempos donde la angustia, el estrés y la ansiedad surgen, muchas personas presentan actitudes que sorprenden, ya que es su propia Sombra la que se logra manifestar. 

Como mencionaba la mayoría de latinoamericanos como seres extrovertidos, pero que acatan la orden de estar en casa, se han dedicado a canalizar su “histrionismo”, en producir una serie de vídeos en Youtube, Tik Tok y Facebook para poder canalizar su ansiedad típica de su propio ser. Lastimosamente si bien su producción de vídeos para afrontar la cuarentena entretiene a terceros, han saturado la Internet, por eso en Perú por ejemplo, se ha pedido que no la saturen tanto con la publicación y envió de material audio visual.  

En España se ha visto vídeos  en que la gente ahora toca tambores cada vez que pasa un policía, esto nos revela su alto nivel de estrés y frustración de estar encerrados varias semanas, lo cual está llevando a que el sujeto experimente el querer expulsar su estrés y violencia contenida, por medio de los tambores. En el inconsciente colectivo, al tambor se le ha atribuido por ser un instrumento cuyo sonido se le asocia a la guerra e incluso como instrumento musical, se le usa para llevar al frenesí, ya sea en carnavales o  en tradiciones chamanicas. Su uso en la cuarentena es una forma en que el inconsciente social de la masa usa para proyectar desde el inconsciente colectivo una forma de decir: “queremos salir”, y “si  no nos dejan salir, reventamos estos tambores” lo cual como se ha dicho es una forma inconsciente de reventar la frustración y mantener la calma, camuflando todo esto como una celebración del patrullaje policial. 

Otra característica que he percibido pero no es tan notoria o al menos no se hace cínicamente visible como lo mencionado anteriormente, es la aparición del mecanismo de defensa del yo, de la Negación, quizás esta es la que genera la aparición del mecanismo de defensa de la Regresión, pues el sujeto se niega a afrontar la realidad que nadie esperaba sucediese, lo que le lleva a que el sujeto se rebele, y esto permita el surgimiento de la regresión, y así la serie de problemas psíquicos ya mencionados, hay que decir que una situación va a llevar una serie de consecuencias que van a desestabilizar el orden individual y social, como un "Efecto Dominó".

Ahora cada quien es un actor en esta situación, más allá de si son introvertidos o extrovertidos, desde la visión junguiana nuestro yo puede tomar una serie de mecanismos de defensa, pero también puede usar una serie de mascaras o adaptarse al arquetipo más cercano para ser digamos un actor ante este problema. 

Por ejemplo muchas personas que están ayudando al control social como lo son los policías, el presidente y sus ministros, han tomado el arquetipo del héroe, los que no acatan la orden y la desobedecen también han incorporado inconscientemente al arquetipo del héroe pero desde una situación negativa, es decir son el héroe rebelde, el aspecto burlador de este arquetipo. Por otro lado el yo de los periodistas, los youtubers serios, e incluso especialistas de la salud mental que redactan como el que les escribe, nuestro yo adopta al arquetipo del Hermes, es decir el del mensajero, aunque los que hacen vídeos en Tik Tok, pues ellos tienen un Hermes que básicamente está ligado al bufón, pues dan un mensaje pero para hacer reír, entretener, es decir hacer olvidar las penas a los demás. Al menos estos serian los arquetipos que mas resaltan en esta pandemia.

Para finalizar, la forma en que llevemos esta pandemia, va a depender de que tanto sepamos afrontarla, ser valientes y pacientes para lograr que juntos se reduzca y podamos al menos llevar una vida tranquila, sé que no es algo que hayamos deseado pero a mal tiempo buena cara, además no todos los males son eternos, nosotros los hacemos eternos, pues nuestra visión del mundo es como nosotros deseamos que sea.  


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