Todos los seres humanos de alguna forma podemos llegar a ser “victimas” y terminar siendo “poseídos” por los denominados complejos como afirmó el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. No obstante muchos complejos no son malos, pero tampoco significa que todos sean buenos, estos tienen las mismas características que los denominados arquetipos, pues poseen un lado de luz, así como de oscuridad. Los complejos aparecen y toman posesión en la vida de todas las personas por motivos circunstanciales, también se puede decir que estos se forjan muchas veces con la personalidad o incluso forjan la personalidad de un individuo, pues los complejos son comportamientos con una carga emocional.
Pero hay que decir que el factor ambiental, así como puede formar la personalidad de un individuo o sujeto, los complejos aparecen por motivos ambientales y circunstanciales en la vida de este, muchas veces estos tienen nombres de personajes históricos, mitológicos y también de la literatura. Hay que mencionar que en la actualidad, las personas ya no leen como antes, muchas personas pareciera que han dejado los estudios para codearse de los vicios y los placeres, los maestros incluso en algunas ciudades promueven la ignorancia de sus estudiantes, algunos con la finalidad de evitar tener futuras competencias, o porque muchas veces los maestros de escuela como universidades e institutos son sujetos que no estudian y ven en las aulas el lugar para generar dinero y tener una plaza laboral y por ende sostenerse en esta vida.
A muchos estudiantes en la actualidad se les puede ver en discotecas, antros e incluso hoteles de pareja como prostíbulos, y en algunos casos sosteniendo conversaciones vanas y superfluas en vez de verlos conscientes y dedicados al estudio (como agradecimiento a sus padres quienes trabajan para que estos sean mejores que ellos), pero es importante acotar que ir a la escuela como asistir a una universidad o instituto, termina siendo parte de una obligación exigida por la sociedad, pero si el asistir a estos lugares del saber no fuese una obligación o necesidad social, las aulas estarían vacías, pero la razón por la que los jóvenes actuales no quieran estudiar es motivo para escribir otro artículo, que pueda responder a esta realidad, no obstante, no todos los estudiantes actuales deben ser vistos como el reflejo de la banalidad y la ociosidad, sino que hay pocos sujetos o estudiantes que ven en el estudio una necesidad para mejorar su entorno, como también auto perfeccionarse como seres que hayan en leer una forma de encontrar las respuestas que necesitan, como también respuestas para ayudar a su prójimo con los saberes que han adquirido, es decir que son sujetos que terminan destacando para la sociedad, pero que en su camino muchas veces se les va a ser oscurecido por la tiranía de sus maestros (tal cuales dioses griegos), pues estos no quieren que estos estudiantes que deberían ser vistos como modelos sobresalgan, muchas veces los docentes les colocan bajas calificaciones (a fin de desmotivarles) y es ahí que se produce algo que puede denominarse como el "Filicidio Intelectual" (pues un estudiante es como un hijo para un maestro y si el docente perjudica a su alumno es como si matase a un hijo), pues el maestro si se ve amenazado a que el alumno le supere, el docente es poseído psíquicamente por un complejo de Cronos (hay que decir que el maestro es ingrato pues debería saber que: “Se recompensa mal a un maestro si se permanece siempre discípulo” como lo afirmó Friedrich Nietzsche en “Así Hablaba Zarathustra”). Los estudiantes que luchan por mejorarse cada día son personas que por el maltrato de los tiránicos docentes de alguna forma su psique se ve afectada y tienden a adquirir unos complejos únicos e interesantes, producto de un toxico mal ambiente, estos complejos serian el complejo de Aristóteles, el complejo de Prometeo y el complejo de Lucifer, acompañados del Complejo de Superioridad (en algunas ocasiones).
Los malos maestros en gran medida son los causantes de que surjan en sus alumnos “rivales” estos complejos ya mencionados, pues como reza la sentencia: “Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco” (frase atribuida erróneamente al poeta griego Eurípides), cabe decir que para que también surjan estos complejos (muy aparte del aspecto ambiental), también va a participar el arquetipo del héroe, pero este aparece y acude en defensa del individuo, como una necesidad que tiene el “Yo” de la victima para protegerse mediante el mecanismo de defensa de la Introyección. Muchas veces el alumno que es basureado al adoptar el arquetipo del héroe puede alimentar al arquetipo adquirido reflejándose en algún personaje histórico o mitológico el cual haya pasado una mala experiencia como la suya y tome fuerza de este para poder avanzar a pesar de los obstáculos.
Cuando el arquetipo del héroe se ha acoplado al Yo del estudiante rechazado por el maestro, jugará también la sombra de este arquetipo tal cual caja de Pandora, la cual esconde al Superyó como al Ello del sujeto, y estos dos elementos de la psique son los que van a ser regulados por el Yo del individuo para que luego se elija o se conduzca al tipo de complejo como también los comportamientos que participarán en la conducta de este, porque todo esto se da por la causa y el efecto. Pero no solamente es el Ello y el Superyó quienes compiten para que lado se inclina el individuo, pues muchas veces participan el Principio de Placer como arma del Ello, y el Principio de Realidad como arma del Superyó, armas que liberan y disparan a aquellas pulsiones que son de Vida y de Muerte, la cuales se hallan en lo inconsciente del ser humano, pues las dos pulsiones son quienes ejercen esa fuerza y energía o mejor dicho: libido, la cual es producto de ese combate psíquico o mejor dicho de aquella psicomaquia que es la que define por donde se va a inclinar el sujeto
Si el alumno guarda en su sombra mucha cólera contra el maestro, ya ve que este es un falso profeta que otorga una mala información a sus compañeros y encima promueve la ignorancia, el Ello de ese estudiante puede jugar partido, por lo que despierta un espíritu de rebeldía, pero si es frenado tardíamente por el superyó puede que surja el complejo de Aristóteles, el cual es conocido por ser sinónimo de la rebelión del discípulo contra el maestro. Pero es importante mencionar que el complejo de Aristóteles solo se da por una necesidad irracional de imponer el propio criterio, el cual muchas veces termina llevando a que el sujeto se vea constantemente a pensar que siempre tiene la razón. Se puede dar a cualquier edad y muchas veces se da en los casos de aquellos hijos rebeldes que se enfrentan a los padres o a sus profesores cuando notan justificadamente que de estos no hay nada rescatable para aprender. Por lo que tienden a empezar un nuevo camino donde ellos consideran y piensan que el mejor maestro de ellos es siempre ellos mismos (un personaje histórico en el campo de la psicología que tuvo este complejo de Aristóteles fue el mismo Carl Gustav Jung). El nombre de este complejo se le atribuye al filósofo griego Aristóteles quien fue discípulo de Platón. Aristóteles creyéndose muy superior a su maestro Platón, trató de imponer sus palabras y razonamientos por encima de este. Incluso llegó a creer que los fundamentos filosóficos de Platón no tenían ningún tipo de fundamento. De hecho, cuando Platón murió, Aristóteles abandonó Atenas y por lo tanto terminó abandonando la escuela platónica e iniciando su propia escuela. Los trabajos de Aristóteles fueron muy importantes para la cultura humana, a este se le considera el padre de la lógica y de la biología.
No obstante cuando el complejo de Aristóteles, se vincula a otro complejo como lo viene siendo el Complejo de Superioridad, el Ello del sujeto es quien termina ganando la batalla por el Yo del individuo en aquella psicomaquia contra el superyó, por lo que de esta fusión de la sombra, surge un complejo al que yo he denominado como el Complejo de Lucifer, este en si viene siendo una desvirtuación de aquel ideal del yo. Pues en el Complejo de Lucifer, entrarían a tallar los sentimientos de venganza, de destrucción, es decir es un complejo alimentado por un Ello tanático, pues el sujeto busca eliminar al maestro, mejor dicho forcluir a aquel mal maestro, pues le odia y ve en la anarquía una forma de desahogar su cólera antisocial contra aquel docente que buscó eliminarle (lo cual puede ocultar también una depresión enmascarada), este complejo como el complejo de Aristóteles se da por una herida narcisista (que muchos de alguna forma desarrollamos en nuestra vida por aquellos malos episodios), pero para que se de esto, el ambiente tendría que ser muy toxico y con un elevado revanchismo de parte del alumno al docente y viceversa. En el Complejo de Lucifer el individuo decide crear su propia escuela, sus propios saberes, perfeccionarse y busca jalar a su reino intelectual a otros compañeros para que aprendan de este. El nombre de este complejo se da en alusión al ángel caído del mismo nombre, pues Lucifer se rebeló contra Dios, su padre, y jaló a otros ángeles a rebelarse contra Dios, Lucifer conservó su nombre que significa el “Portador de Luz” como sinónimo del conocimiento pero que en si guarda una completa oscuridad (pues cuando la luz aumenta, termina siendo oscuridad), creando su reino imaginario y recitando: “Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Isaías 14: 13-14), es importante decir que para que surja un conflicto entre el docente y el estudiante, ambos deben hallarse en un estado de “Yo Niño”, ya que el hecho de no poder solucionar sus diferencias es propia de comportamientos infantiloides, puesto que un niño solo ve como respuesta a sus problemas caer en el conflicto con el otro cuando se ve amenazado.
Por otro lado, cuando la batalla por el Yo del sujeto es ganada por el Superyó, pero el ambiente no es propicio para una mejora intelectual por parte del maestro (y esto se debe al conformismo de los estudiantes y la sumisión de ellos al hecho de pensar de que toda información dada por el maestro siempre es ley y esto debido a una despreocupación anti científica de los estudiantes de no cuestionar e investigar lo dado por el maestro, y que puede hacernos recordar a aquella frase: “en tierra de ciegos el tuerto es rey”), el yo del estudiante puede hallar una luz en la sombra del arquetipo del héroe, al llamado complejo de Prometeo. En el mundo son muchas las personas que padecen este complejo, pero pocas saben que lo tienen. Muchos psicoanalistas definen a este complejo de Prometeo como la búsqueda continua por hallar el conocimiento, otros le consideran como una especie de complejo de Edipo de la vida intelectual. Cabe decir que son pocos los sujetos en la actualidad que tienen el afán de poder conocerlo todo con nombres y fechas como también lugares. Muchos de los que padecen este complejo, ven por ejemplo que cualquier reunión humana (ya sea almuerzos familiares, clases, etc.) es un pretexto para exponer sus conocimientos y poder darse a sí mismos una majestad que en la vida práctica no se les reconoce (lo que hace considerar que este complejo surge producto de una herida narcisista, pero que no es tan toxica como la herida que produce al par de complejos mencionados anteriormente), muchas veces este complejo si es correctamente guiado, puede lograr permitir que el sujeto que lo padezca pueda destacar socialmente y ser quizás un buen maestro (que enseñe correctamente a muchos estudiantes), o quizás ser un genio útil como lo fueron Stephen Hawkings, Sigmund Freud, Carl Jung, etc., pero si al sujeto no se le sabe guiar puede lograr que este se le vea como alguien antipático, un sabelotodo, lo cual hará que el yo del sujeto desarrolle quizás los otros dos complejos anteriormente mencionados.
Sea cual sea el complejo (de Aristóteles, Prometeo o Lucifer) que termine poseyendo al yo del sujeto, es importante decir que estos al final pueden ser víctimas de la Hibris de los maestros y de la sociedad, quienes actúan como aquellos dioses griegos, que en su afán de destruir al sujeto con talento y que a la vez le ven como un potencial enemigo, puesto que sienten un temor u odio irracional, ya que sienten o piensan que este pueda destacar en el medio (ya que ellos no lo hicieron (lo cual denota un complejo de Procusto o un sentimiento de Envidia) o consideran que el estudiante les puede robar el puesto que ellos se han ganado). Debemos recordar que la Hibris es un castigo lanzado por los dioses, basta recordar que Prometeo fue castigado a ser encadenado, Lucifer fue expulsado del cielo, y muchos otros personajes bíblicos como mitológicos fueron victimas de la Hibris. El hecho de que un sujeto en calidad de estudiante sienta el rechazo del maestro hará que pierda el buen sentido del camino que debe llevar en su vida, puesto que le hace caer en una locura de odio o resentimiento en son de vengarse contra el maestro u ambiente hostil que siente le están deseando aniquilar, acuérdese lector que el Yo de un sujeto es narcisista y siempre luchará por no morir, por lo que estos complejos son respuestas a lo adverso.