Hemos visto que en lo que va de la cuarentena se han reportado un buen numero de casos de personas que salen a las calles a pasear e incluso a festejar en la vía `publica o haciendo celebraciones típicas de una discoteca o antro, a pesar de que los gobiernos han declarado el toque de queda y se ha realizado la petición del “por favor manténganse en casa” con la finalidad de poder evitar el contagio masivo del Covid 19.
Por ejemplo en Perú, en la región Piura, que es el lugar donde resido, se han reportado en varias ocasiones denuncias de personas que festejan en las calles, dichas celebraciones han sido grabadas y transmitidas en las noticias, para enfocar la irresponsabilidad de las personas de dicha comunidad, la primera denuncia se realizó por la venta ilegal de cerveza en una avenida de la ciudad de Piura, lo cual generó la indignación de casi todo el Perú, dejando a los pobladores de esta ciudad como irresponsables, la segunda fue una celebración en una calle por motivo del día de las madres y la tercera fue otra celebración en las calles por motivo de un quinceañero, donde los participes no usaban ni mascarilla y menos había un distanciamiento social. No obstante en la capital peruana ha habido detenidos por realizar y participar en fiestas e incluso celebraciones donde se rompe obscenamente el aislamiento social obligatorio, lo cual no es de extrañar que en Perú la cifra de infectados cada vez aumente.
Pero Piura como también otras zonas del Perú, no son los únicos lugares en el mundo donde la gente salga a celebrar a pesar de las peticiones que han dado para mantener la bioseguridad y prevenir el aumento de la enfermedad, ya que se han reportado una serie de casos de celebraciones en países como Chile, Colombia, México y Argentina. Ahora uno podría pensar, que quizás los latinoamericanos vemos a la pandemia del coronavirus como algo superficial, pero me doy el atrevimiento de decir que no, pues en países como del primer mundo también hay reportes de celebraciones, un ejemplo de irresponsabilidad social se da en el pequeño país de Bélgica, país europeo con una alta tasa de muertos y contagiados por el Coronavirus. Por ejemplo la dj belga de Techno, Amelie Lens, en su cuenta de Instagram, comentó acerca de la irresponsabilidad de sus compatriotas, publicando un video que a pesar de que muchas tiendas y centros comerciales estaban cerrados, las personas por su barrio salían a celebrar haciendo fiestas, bebiendo cerveza y rompiendo las normas de bio-seguridad. Por otro lado la dj también belga Charlotte de Witte, la cual es una dj muy conocida a nivel mundial, como Amelie Lens, en su cuenta de Instagram y Facebook con el afán de quizás mantenerse en actividad su carrera, realizó una serie de sets de música electrónica vía stream-live, el detalle es que ella no realizó las medidas de bio seguridad, esto se notaba por la falta del uso de mascarilla en su set y donde se hacía notorio en los videos, que las personas que la estaban grabando en su casa, mientras ella mezclaba en vivo, no cumplían los protocolos debidos, para evitar un contagio entre ellos.
Podríamos analizar en casos como el de la dj Charlotte de Witte, el hecho de que hayan personas que no cumplan las normas de bio seguridad e incluso celebren en las calles, tal vez se deba a lo que el psicólogo Albert Bandura denomina como “comportamientos por imitación”, cabe decir que el ser humano al igual que los monos y simios, es un ser que imita lo que ve, por lo cual una persona al ver que otro realiza una fiesta y no toma las medidas de seguridad, también realizará una fiesta y encima no se cuidará alegando que como el otro no está enfermo, el tampoco lo estará, sin contar que la otra persona podría ser un sujeto asintomático.
Pero afirmar que muchas personas quizás imiten lo que ven, sería una afirmación por decirlo de algún modo, como que una explicación muy “simplista” de decir, es verdad que hay casos donde un sujeto va a imitar al otro, por lo que es algo que no podemos negar, pero también hay que analizar que el ser humano es un ser con pulsiones de vida, es decir instintos que le motivan a celebrar y claramente seguir vivo, a pesar de que claro no se pueden negar aquellas pulsiones de muerte o instintos tanáticos, que le motiven a sufrir emociones que le conduzcan a la resignación.
Desde mi punto de vista personal las personas que celebran en las calles son sujetos con esperanzas de poder seguir vivos y se niegan a la depresión por el encierro, ya que la depresión y estar encerrados se traduce para ellos como el hecho de aceptar a la muerte, por lo que canalizan o mejor dicho subliman su dolor o incomodidad del estar encerrados celebrando en las calles, a modo inconsciente e irresponsable de compartir su felicidad con otros.
Cabe decir que la sociedad occidental es decir la población americana y europea son una sociedad extrovertida, como lo afirma el Dr. Carl Gustav Jung, por lo que puede decirse que no somos una sociedad 100% apta para vivir en un encierro, queremos imitar a los orientales (por su introversión y cultura exótica para nosotros), pero realmente nuestra condición nos hace buscar el llamar la atención, celebrar y expresar lo que pensamos o sentimos, si analizamos desde un punto de vista con mayor profundidad el yo de un sujeto occidental es como el yo de un niño y como todos saben un niño por naturaleza es irresponsable y encima desobediente.
El encierro por lo tanto desde un punto de vista de nuestro inconsciente es un castigo, la celebración es una forma desobediente de negarse al castigo, el hacer una fiesta en público debe ser visto como si esto fuese el hecho de poder reír. Y es que la risa es una respuesta anárquica a la opresión, a la falta de esperanza, a la muerte y al negarse de aceptar algo que sabemos no va con nosotros. El hecho de celebrar e incluso bailar son formas en que nosotros de alguna manera inconsciente realizamos para negar el aceptar que vivimos ante una situación caótica.
El reír y el bailar como también el hecho de celebrar en público a pesar de que esto puede aumentar los números de contagios, bien puede verse como una irresponsabilidad, pero es también es una declaración de una locura colectiva.
Es cierto que muchas personas piensan que el estar locos o estar sumergidos en la locura, sea el hecho de pensar o vivir en la irrealidad, pero la locura en debe ser comprendida como una negación ante los sucesos que consideramos como dolorosos o penosos, un exceso de felicidad debe ser entendido como un sinónimo de locura, el reír es una forma de protección de rechazo y evitar aceptar lo indeseable, es preciso decir que el hecho de bailar sea una forma kinestesica e inconsciente del cuerpo humano para expresar nuestro dolor, lo cual va a ser sublimado en algarabía.
Es curioso que mientras en un lugar de planeta se hace una celebración, en otro lugar también se haga una celebración, lo cual nos puede hacer pensar, y me atrevo a decir que estamos en viviendo en una especie de sincronicidad por la búsqueda de negarnos a vivir en la adversidad y sumergirnos a la catástrofe social por culpa de esta pandemia, por lo que desde lo inconsciente colectivo quizás nos veamos en la necesidad de celebrar o mejor dicho realizar fiestas en medio de las calles, lo cual es una forma colectiva e inconsciente en la que todos los humanos nos juntamos (sin conocernos) para decirle un No a la muerte por el coronavirus y claro evitar el estrés del encierro.
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