“...Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Génesis 1: 27
Cuando evocamos el concepto de lo masculino y femenino, se nos viene a la mente la imagen de la pareja primordial, es decir Adán y Eva. Ambos personajes cabe mencionar van a representar de forma arquetípica la unión de los dos sexos (masculino y femenino), por ser la primera pareja, así mismo al ser ellos el primer matrimonio van a fundamentar las bases de la conducta y el comportamiento, que la sociedad y la religión piden a los varones y a las mujeres mantener. La religión como la sociedad le da a Adán (el hombre) el papel del aquel que domina a la mujer, y a Eva (la mujer) le es dado el papel de la mujer sumisa ante el varón, pero a la vez ella es el prototipo de la persona ingenua, lo cual es el punto del cual la sociedad aún busca mostrarnos, de que el papel de la mujer es la del sexo débil, mientras que al varón se le representa como el ser del sexo fuerte y dominante.
El Dr. Carl Jung, en sus textos nos dio a conocer sobre dichos arquetipos: el Ánima y Animus, el Ánima por ejemplo viene siendo el concepto de que cada mujer tiene algo de la esencia masculina, mientras el Animus corresponde al lado femenino que mora en cada hombre. Ambos arquetipos deben ser vistos como modelos de numinosidad en el universo del Inconsciente Colectivo, ya que estos van a determinar no solo el comportamiento colectivo de la humanidad, si no también van a obrar en la sexualidad humana.
La numinosidad del Anima y el Animus se representa en el Arcano número VI del Tarot (carta conocida como: Los Amantes), y es que en esta carta se puede apreciar una representación de la pareja primordial siendo unida con lo divino, cabe acotar que el modelo de Tarot que nos da un mejor simbolismo de Anima y Animus viene siendo la del Tarot Rider, pues ahí se nos muestra a la pareja primordial, siendo unidos por una imagen que puede interpretarse como un ángel que bendice dicha relación, mientras que otros autores afirman que la representación de dicha carta es la imagen del creador bendiciendo la unión de ambos personajes.
En el concepto de lo Inconsciente Colectivo es destacable que no solo es Adán y Eva quienes van a corresponder a dicha representación de una pareja divina, se debe aclarar que en el campo de la mitología existen varias parejas primordiales que son la semilla de la humanidad. En la mitología egipcia tenemos las figuras de Geb y Nut, quienes vienen siendo los Adán y Eva, de dicho panteón mitológico. En la mitología incaica tenemos a Manco Capac y a Mama Ocllo, quienes son la pareja que va promover la fundación del imperio incaico. En la mitología hindú tenemos el matrimonio de Shiva con Shakti, quien en su forma demoníaca se transforma en Kali y en sus representaciones esta domina al dios de la destrucción, es decir al señor Shiva. En la mitología griega podemos ver que una serie de parejas (divinas y mortales) cuyas alianzas van a aumentar el panteón de dioses e incluso modificar el destino de la cultura helénica, partamos por Zeus y Hera, pasando por Marte y Afrodita, Paris y Helena (pareja de amantes que trajo la guerra de Troya), y por último la relación de Hermes y Afrodita. Cabe decirse que la relación de Hermes y Afrodita, ambos dioses tuvieron un hijo al que llamaron como Hermafrodito, el nombre de dicho vástago es la fusión de los nombres de ambas figuras divinas, en la historia del mito de Hermafrodito es notable que su imagen sea la representación perfecta de lo que se entiende de integrar lo sagrado masculino con lo sagrado femenino es decir lograr el matrimonio de los opuestos también conocido como Mysterium Coniunctionis, ya que este personaje obtiene las cualidades de ambos sexos, Hermafrodito por haberse negado a recibir al amor de la ninfa Salmacis, quien en su deseo de amor lujurioso esta pidió a los dioses unírsele con dicho hombre, lo que dio origen a un ser que compartía los dos sexos (masculino y femenino).
Es vital ver la imagen de Adán y Eva como una ayuda para poder comprender el simbolismo de los arquetipos del Anima y el Animus, ya que ambos comparten la característica principal de conducirnos al proceso de individuación, o llevarnos a la realización personal ya que estos tienen como objetivo el descubrimiento del verdadero ser, siendo ambos de gran utilidad, además ambos nos hablan de nuestra propia constitución psíquica a través de nuestros gustos, miedos, fantasías, esperanzas y sueños. El Anima y el Animus no son solo nuestro complemento, sino parte de lo que debemos tener en nuestro interior, para lograr comprender y poder unificarnos en la propuesta alquímica del hermafroditismo del espíritu o mejor dicho, de la asexualidad alquímica y lograr una mejor comunión con el matrimonio de nuestros lados opuestos.
El Animus o aspecto femenino, el cual es un arquetipo que es representado por Eva, desde un plano del Inconsciente Colectivo, logra de una manera ser representado por un arquetipo de gran importancia en el pensamiento social y es el de la Madre (es necesario comentar que la pareja primordial en el concepto general, son también conocidos como nuestros "primeros padres"). Eva como la imagen de la Madre, o mejor dicho la figura de la Madre, debe ser colocada no solamente como una figura que engendra, sino como la que cuida y nutre a los hijos. Eva es también una figura que conecta con la mujer madura y ama del hogar, y alguien diferente que logra ser una conocedora de los problemas sociales, a la vez de ser una hábil consejera (es importante reconocer que en el arquetipo de la Madre dentro del Animus, recalca el concepto que Eva al recibir la Manzana del Edén y ser la primera en probarla recibe el conocimiento de la Sofía es decir la Sabiduría), pero también Eva al ser la primera en pecar y recibir varios castigos, sabe lo que puede pasar y lo que luego acontecer, por lo que su imagen de consejera no solo se basa en los conocimientos adquiridos sino por su experiencia. Eva también representa el papel de la hija desobediente, pero que en su desobediencia va a conducir a nuevos destinos pues al desobedecer se vuelve de alguna forma, la exploradora de lo desconocido y tras esa aventura se vuelve tan sabia como la figura de la madre (pues cuando uno comete un error, uno aprende).
El Ánima o aspecto masculino, es el arquetipo que va a ser representado por el hombre primigenio es decir Adán. Este arquetipo se le relaciona con el aspecto instintivo y físico, el poder bruto, mayormente con la imagen y estereotipo del hombre musculoso o atlético con una ciega y alta energía sexual, cabe decirse que esto se debe mayormente que Adán, fue el último en probar la sabiduría de la Manzana del Edén, y quizás esto explica porque el hombre muchas veces se comporta como un ser a veces irracional que racional a diferencia de su compañera. Adán si es estudiado desde un aspecto psicológico es manipulable y a la vez se le es impuesto un solo castigo divino, el de trabajar duro, y es que quizás el mismo Dios sabía que Adán era un ser con naturaleza bruta lo que el castigo de labrar la tierra viéndolo de un modo es el trabajo del burro (el animal de carga, que a la vez simboliza en el inconsciente colectivo al hombre incapaz de razonar y que los trabajos pesados le son gratamente impuestos por su misma condición ignorante). Pero esta cualidad de la imagen del ser bruto no va para todos los hombres, ya que Adán al haber probado una parte de la Manzana del Edén, y al haber aprendido de su error, logra desarrollar la inteligencia, lo que le permite ser un ser consciente para desarrollar una forma de pensamiento que le va a ayudar a conocer y a comprender los diversos campos intelectuales y laborales (sobre todo aprender el arte de aquel castigo que le fue impuesto, así mismo ver de forma inteligente que su castigo no debe ser tomado como una condenación), también Adán puede representar al arquetipo del viejo hombre sabio que guía, esto también le conecta con la figura del padre y la del hijo.
Los arquetipos del Anima y Animus que son representados como ya se ha dicho por Adán y Eva, cuentan con un lugar, el cual logra interconectarnos con lo Inconsciente Colectivo, como lo menciona el Dr. Car Jung a través de su Psicología Analítica (o también conocida como el Psicoanálisis Junguiano). Ambos arquetipos de Ánima y Animus, no deben ser insultados y tampoco tomados a la ligera ya que conforman parte de nuestras conductas y comportamientos, estos son una parte de un universo que va más allá de cualquier comprensión. Lo que hay que destacar es que dichos arquetipos universales deben ser siempre tomados como herramientas que nos permitan lograr nuestro propio desarrollo y nos ayuden a evitar la esclavización social y espiritual que nos es impuesto por la sociedad. Debemos lograr apreciar al Anima y Animus como elementos que se unifican tras la tormenta como lo hicieron Adán y Eva luego de recibir el castigo divino, ya que esto es un simbolismo para elevar nuestra llama interna a superar las dificultades, así mismo se deben contemplar ambos arquetipos como símbolos, pero no como “símbolos cualquiera”, sino como los Elementos que nos liberan de lo interior para conectar con lo exterior y viceversa ya que es ahí donde radica el valor de ambos.
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