domingo, 22 de septiembre de 2019

Abraxas: ¿Arquetipo y Estructura Inconsciente del Hombre Iluminado?


El concepto de lo que viene siendo “Abraxas” es de origen gnóstico, este concepto corresponde a la estructura  de un supuesto “dios”. Abraxas desde la visión pictográfica es un ser o entidad con cabeza de gallo, cuerpo de hombre y cuyas piernas son 2 serpientes, en su mano derecha porta un escudo mientras en la izquierda un látigo. Este ser o estructura es la representación de un hombre que ha logrado fusionarse con las partes más intimas de su espíritu convirtiéndose en una expresión divina encarnada en un cuerpo humano.

Pero este ser bajo la simbología que ya fue dada, es un ser que representa nada menos que una estructura  propia del inconsciente, por ejemplo el Mantra que conecta a esta entidad son las Vocales IAO, pero antes de adentrarnos en esto, hay que estudiar el porqué de su forma. Partiendo por la cabeza de Abraxas, la cabeza de esta estructura es la de un gallo como ya se menciono, el gallo es un animal que simboliza el despertar, el animal que anuncia la salida del sol (como muchos sabrán el sol es un elemento de luz y la luz es conocimiento). El cuerpo de hombre corresponde a la del ser, el ser que somos todos nosotros. También es claro que las piernas de este ser son dos serpientes, la serpiente vista de aspectos paganos y no cristianos, es un símbolo de sabiduría y creación, recordemos la serpiente de la vara de Esculapio, las serpientes del caduceo de Hermes, claro que desde el punto de vista cristiano, la serpiente es un símbolo del pecado y del mal igualmente en la visión del judaísmo, pero también en el judaísmo la serpiente es símbolo de salvación, recordemos la serpiente de bronce colgada en un poste la cual uso Moisés para salvar a algunos de las mordeduras de otras serpientes (Números 21:4-9). Por otro lado en la visión egipcia, tenemos a la temible Apofis (simbolismo del Caos) y en la visión nórdica tenemos a la serpiente de Midgard (también un símbolo del Caos), pero si integramos todo esto tenemos una visión dualista expresada en las piernas de la estructura de Abraxas, la cual es la del bien y el mal, la de la creación y la destrucción, la vida y la muerte.

El Mantra IAO del Abraxas viene siendo una llave hacia ese mundo del Inconsciente, en la simbología de Abraxas, la mano que sostiene el látigo representa la I,  la I viene siendo el Ser Interno (entiéndase por el Inconsciente) como dato curioso la mano izquierda es la mano del inconsciente, por ello es que porta este símbolo en dicha mano, la otra mano es decir la derecha, Abraxas sostiene un escudo, el cual representa a la O, esta letra representa al círculo de eternidad, mientras que el tronco de esta entidad estructural viene siendo la A, la cual representa al Elemento de Apoyo del Espíritu (es decir el cuerpo). Si integramos todo notaremos que IAO, es un manojo de llaves al aspecto inconsciente con la materia, por ejemplo la I si es pronunciada de forma larga y profunda, ayuda a conectarse con la Glándula Pineal, la A, bajo una pronunciación larga permite conectarse con el vehículo físico es decir el cuerpo, mientras que la O, pronunciada larga y profundamente logra que la energía sexual de las gónadas logre juntar todo lo anteriormente mencionado en una energía espiritual que va directa al cerebro.

Siendo Abraxas un símbolo y estructura del inconsciente colectivo se debe reconocer su aparición o al menos su mención en el polémico escrito “Los 7 Sermones a los Muertos” del psicólogo suizo Carl Jung, En este texto Jung expone a Abraxas con las siguiente citas: “Nosotros le denominamos por su nombre: ABRAXAS. Es todavía más indeterminado que Dios y Diablo. Para diferenciar a Dios de él, llamamos a Dios HELIOS o Sol. Abraxas es acción, frente a él no hay nada sino lo irreal, por ello su naturaleza activa se despliega libre. Lo irreal no existe y no se opone”. “Abraxas está por encima del Sol y por encima del Diablo. Es, lo improbable, probable; lo irreal, activo. Si el Pleroma tuviera una esencia, Abraxas sería su manifestación”. “Abraxas es el Dios difícilmente reconocible. Su poder es el supremo, pues el Hombre no lo ve. Del Sol ve el summum bonum, del Diablo el infimum malum, de Abraxas, sin embargo, la VIDA indeterminada en todos los aspectos que es la madre del bien y del mal. Abraxas es el Sol y a la vez el abismo eternamente arrollador del Vacío, del empequeñecedor y disgregador, del Diablo”.

Tras leer estas citas, podemos darnos cuenta que para Jung, Abraxas viene siendo un símbolo o entidad que englobaría tanto al bien como el mal de forma unificada y perfecta, es decir parte del “Pleroma”, en parte ya que el concepto de Abracas abraza a la cita bíblica de Isaías 45:7, donde se dice: “Yo soy el que forma la luz y crea las tinieblas, El que causa bienestar y crea calamidades, Yo, el SEÑOR, es el que hace todo esto” (Nueva Biblia Latinoamericana). “Que formo la luz y crío las tinieblas, que hago la paz y crío el mal. Yo Jehová que hago todo esto” (Reina Valera). Cabe mencionar que si bien Dios es el bien y el mal unificado según estas citas ya mencionadas en sus dos variantes bíblicas según las editoriales ya mencionadas, Abraxas termina siendo una simbología clara para este pasaje bíblico del libro de Isaías, también Abraxas puede ser apreciado desde una visión taoísta la cual puede ser enfocada desde la perspectiva de la psicología junguiana, porque Abraxas viene siendo una personificación del Ying y el Yang, el cual es un símbolo donde el mal y bien conviven juntos (es bueno recordar que el Ying y el Yang es visto por Carl Jung, como un mándala).


Para concluir, Abraxas mas allá de simbolizar a un “dios”, debe ser apreciado como una representación arquetípica y estructural del dualismo, pero que conlleva a reflexionar la naturaleza humana de los seres humanos, es decir una representación donde el bien y el mal conviven, quizás Abraxas pueda ser visto también como una representación de la Segunda Tópica psicoanalítica de Freud: “Ello, Yo y Superyo”. Donde el Ello viene siendo el aspecto animal, salvaje y anárquico de la persona (como el mal), el Superyo, que es el aspecto moral de la persona (como el bien) y el Yo que canaliza a ambos (la personalidad). 

No hay comentarios:

Publicar un comentario