Hace unos meses atrás leí el libro “Triple Focus”, material escrito por el famoso Daniel Goleman (Inteligencia Emocional, Inteligencia Emocional en las Empresas, etc.) y el señor Peter M. Senge, el cual es publicado en español por Ediciones B. Este material que Goleman y compañía nos comparten una nueva forma de trabajar y educar a niños y adolescentes en las escuelas, este nuevo sistema recibe el nombre de Social Emotional Learning o en siglas SEL, el cual busca trabajar las emociones de los alumnos prometiendo reducir ciertos malos comportamientos en un 10%.
El SEL, promueve en el estudiante una búsqueda de aptitudes como la conciencia de quien es el, principalmente este factor es el que se necesita para poder trabajar a las llamadas: “Pandillas Estudiantiles”, pues muchos niños “malcriados” se escudan en los llamados “grupos”, ya que en cierta forma al estar en esas “asociaciones” se sienten parte de algo, logrando ser parte de una masa que si logran ser excluidos de esta, individualmente caen en una tristeza o simplemente no saben qué hacer, en mi experiencia como estudiante de psicología, me ha tocado trabajar con casos así, de los que nunca falta el adolescente o el niño de dice ser “chacota” (revoltoso en el argot peruano). Encontré un detalle importante, que cuando se habla con uno de los integrantes de dichas pandillas, y se les pregunta: ¿Quién eres tú? o ¿Cuánto vales?, no saben que responder y encima su rostro de bromista se pierde en una expresión de ver una cruda realidad de saber que no son nada fuera del grupo, por ende el SEL, podría ser una buena opción para darle sentido a los niños y adolescentes.
Si bien esto que se menciona puede ayudar, en la práctica no sería aplicable ya que muchos docentes de escuelas en este caso de colegios nacionales, no son docentes salidos de universidades si no de institutos (lo cual no es malo, pero en los institutos se forma al docente de forma práctica y no se le educa para que pueda tener un pensamiento crítico y abierto a nuevas teorías, cosa que en una universidad si se educa al docente para tener ese pensamiento crítico), muchos de los cuales su trato con esta clase de alumnos logra ser tosco incluso logran desmoralizar más al alumno, que inconscientemente traduce el llamado de atención en una forma para incentivar mayor rebeldía ante algo que le oprime más (recordemos que muchos adolescentes como niños malcriados tienen problemas en casa).
Según Peter M. Senge, para que funcione el SEL, es necesario que se desarrolle un pensamiento sistémico en el alumno, esto significa que el estudiante logre identificar el impacto de sus actos (causa – efecto), y localizar las consecuencias no deseadas de sus actos, principalmente esto puede lograrse con el Método Socrático, un sistema de trabajo aplicado mayormente en el enfoque cognitivo conductual, como en las terapias existenciales, en las que el paciente se le enseña a cuestionarse las consecuencias de sus actos, En las escuelas peruanas, lastimosamente se aplica un conductismo mal llevado, enfocado mayoritariamente en el castigo positivo, como negativo, que luego se transforma en un reforzador a ciertas conductas aun más negativas. Lastimosamente el docente no se acuerda que trabaja justamente con niños y adolescentes inmaduros (ojo hay niños que son maduros para su edad, pero no todos han pasado experiencias que los hacen maduros, y vivir una mala experiencia tampoco garantiza una madurez, pues también hay malas experiencias que tornan en el adolescente comportamientos de rebeldía).
Para comprender la rebeldía adolescente e infantil veamos, el enfoque del Psicoanálisis, el adolescente como el niño rebelde, contiene una fuerza enfocada en un Tanatos (pulsión de muerte) con conflictos edipicos muy marcados, además siendo rebelde por “naturaleza”, el niño como el adolescente no se da cuenta de su comportamiento pues vive justamente en la inconsciencia, sus actos por ende hacen que este justifique esas actitudes en el principio de placer (dominado por su rebelde ELLO), ya que no logra conectarse al principio de realidad (que le llevaría a darse cuenta gracias a través de su SUPERYO).
Por ende el SEL, con lo anterior expuesto logra ser como ese espejo o esa alarma que ayuda al niño a darse cuenta de sus actos y pueda corregirse, en nuestro país es posible llevar al SEL, pero tendríamos que reestructurar la educación de los mismos docentes para que logren comprender que castigar sin explicar porque se sanciona, no es algo positivo. Sumado a buscar que el niño obtenga reconocimiento en sus logros (aunque en este sentido es un tanto difícil, pues los salones en escuelas nacionales como en algunas escuelas privadas logra tener 40 alumnos haciendo que el control estudiantil por parte de un docente sea mínimo, salvo se desee aplicar la técnica del Panóptico, explicada por Michel Foucault en “Vigilar y Castigar” (teoría que fue propuesta para ser aplicada en las cárceles pero que bien podría ser usada en las escuelas para llevar a cabo un mejor control, lo cual no estaría mal), pero cabe resaltar que lo que aquí se busca es mejorar al alumno peruano, no dañarlo psicológicamente (por ende se debería entrenar al docente), por lo que si no se capacita al docente peruano, el SEL, no podría ser aplicado en nuestro país.
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